domingo, 3 de mayo de 2015

Stay ready.



Prepárate para ver como giramos en un universo lleno de luz. Tus suspiros eternos sobre mi pecho, tu boca y mi piel de gallina. No preguntes si nuestras almas se han separado, si los caminos que van a recorrer tienen badenes. Arriesga a tus pies a seguir adelante, a escuchar por última vez aquella melodía que creábamos, ese momento de placer entre nuestros cuerpos.

Las mariposas no nos ayudaron a olvidar aquel día, ese día lleno de luces de feria, montados en nuestra montaña rusa privada, nuestros cambios repentinos y nuestras salidas nocturnas. El olor a hierba recién cortada acaricia tu olfato como un suave velo de seda. Corre, vuela y vuelve a mis brazos, sentir tu calor aunque sepa que es la última vez. Aléjate con las olas, vete lejos, pero vuelve. Volvamos al momento en el que todo empezó, a la sonrisa de cristal que partió mi estómago y dejó escapar las mariposas que sostenían mi cuerda.

Recuerda aquel día cada mañana que te sientas solo, descuelga el teléfono y llámame. Entra en mi cama, en silencio y piensa que siempre estuve allí. Yo no me fui, el que me pidió a gritos que me fuese eras tú. Tú y tu puto orgullo. Yo y mi puta locura. Quiero recordarte que ésta cabeza sigue pensando en ti, sigo viviendo en mi utópico mundo sin dejar entrar a nadie, no quiero a nadie que no seas tú. Inventando historias para hacer de este negro día otras horas de más y unos tragos de menos. Añorando tus palabras, tus caricias y sobre todo tus besos, tu mirada clavada en mis labios deseando empezar nuestro festival.




Quiero que te fundas conmigo, que vuelvas a esconderme entre tus sábanas. Recuerdo una de las últimas frases que intercambiamos "Si te ilusionas, sueñalo. Si te enamoras, vívelo. Y si te dejan supéralo." Poco a poco intento superar este desastre que me está atragantando pero cuando vuelves a mi, toda esta m****a desaparece y vuelves formal a mi cabeza.

Espero que te vaya bien, que tu sonrisa eterna no deje nunca éste mundo. Espero volver a fundirme contigo, es más, lo deseo cada noche. Nunca hubo un final, por que nunca hubo un principio. Pero hubo este algo que vamos a recordar como monos.


Por este jamás, para que nunca desaparezca.



«De golpe, en ese cubo hermético donde estábamos solos, donde podía hacer cualquier cosa, se evaneció mi deseo»